La prospección gravimétrica se basa en la cuantificación y el análisis del campo gravitatorio en la superficie de la corteza terrestre. Dicho campo se ve afectado por la densidad de los materiales presentes en el subsuelo. El método gravimétrico de prospección geofísica mide la gravedad local para detectar anomalías en la densidad de la corteza terrestre. En este proceso, se emplean equipos especializados, las mediciones de gravedad se hacen con un gravímetro de alta precisión y el posicionamiento de cada punto de medición se mide con un equipo GPS de precisión centimétrica. Estos datos son integrados con información geológica y otras metodologías geofísicas para identificar áreas de interés.
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